22 julio 2008

A los hombres futuros

"Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos. Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa revela insensibilidad. El que ríe es que no ha oído aún la noticia terrible, aún no le ha llegado. ¡Qué tiempos éstos en que hablar sobre árboles es casi un crimen porque supone callar sobre tantas alevosías! Ese hombre que va tranquilamente por la calle ¿lo encontrarán sus amigos cuando lo necesiten? Es cierto que aún me gano la vida Pero, creedme. es pura casualidad. Nada de lo que hago me da derecho a hartarme. Por casualidad me he librado. Si mi suerte acabara, estaría perdido. Me dicen: «¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!» Pero ¿cómo puedo comer y beber si al habriento le quito lo que como y mi vaso de agua le hace falta al sediento? Y, sin embargo, como y bebo. Me gustaría ser sabio también. Los viejos libros explican la sabiduría: apartarse de las luchas del mundo y transcurrir sin inquietudes nuestro breve tiempo. Librarse de la violencia. dar bien por mal, no satisfacer los deseos y hasta olvidarlos: tal es la sabiduría. Pero yo no puedo hacer nada de esto: verdaderamente, vivo en tiempos sombríos."
(Bertolt Brecht, de Poesías escritas durante el exilio.)

21 julio 2008

La cuenta atrás

Cuatro minutos para la medianoche, es tarde. Al menos para mis riñones, mi espalda y mi cabeza. Atrás quedó el atardecer, atrás quedaron el rastro de un avión y el silbido de una cometa. Ya se apagaron las luces, ya terminó la jornada, ya es algo más tarde. Tres minutos para la medianoche. Es tarde para colgar un cuadro, para tender la colada y para afeitarse. Atrás quedó la merienda, atrás quedaron el sonido del despertador y la hora del recreo. Ya se apagaron algunos ojos, ya terminó el último noticiario, ya es más tarde que hace un minuto. Dos minutos para la medianoche, es tarde, lo es también para exprimirse demasiado el cerebro, para pasear al perro (tampoco podría porque no tengo...) y para comprar cigarrillos en el estanco. Atrás quedó la siesta, atrás quedaron los zapatos y el rocío mañanero. Ya se apagaron las máquinas, ya terminó la cena, ya es más tarde que hace un par de minutos. Un minuto para la medianoche, es tarde, ya quedó claro, creo que voy a acostarme, será lo mejor. Atrás quedaron las penas, un lindo día está por empezar. Vaya!, ya es mucho más tarde que cuando empecé a redactar estar líneas hace casi veinte minutos, me parece que este reloj no funciona bien, dulces sueños...

17 julio 2008

En l'oblit

No recordaré res de mi
quan en reencarni
amb les cames noves
i una altra mirada,
un altre posat.
Amb el rostre
i els pensaments
antics
esborrats
per una altra vida
ara desconeguda,
per un nou camí
sense guia
i sense xarxa:
oblit de l'oblit;
I és ara que hi penso
perquè quan m'hi trobi
no ho podré pas fer.
Oblidaré l'angoixa,
la mort enterrada,
acaronaré la nova pell
amb un somriure
desentrenat.
Tornaré a néixer,
a créixer,
a desmerèixer
amb un nou rostre
i aquell batec
en l'oblit:
oblit de l'oblit.

13 julio 2008

Tormena de verano


Una tormenta es una rotura en el cielo, un ahogo de agua en la garganta, un resfriado en potencia, una catarata de luces y ruido ensordecedor; una tormenta es una vida detenida, una ciudad en peligro, un niño en el bosque atrapado, un hueso calado y un cigarrillo apagado; una tormenta es una calle llena de gente con prisa, de vagabundos con techo, charcos con letras y un poema sin rima; una calle oscura donde no existe la envidia pero sí la desdicha; una tormenta es un beso húmedo, una ceguera sin ojos, un mástil sin barco, una ventana abierta, un libro mojado donde las palabras cuelgan y los puntos navegan; un horizonte borroso, una playa desierta, una capucha y un paraguas del revés; una tormenta es una aventura de amor, un latir por dentro, una copa de vino, un camino sin mapa, un suspiro atrapado y una sonrisa que protege; una tormenta es una noche destruida por un tráfico de mierda y un no saber adonde ir, adonde caer, en donde yacer; una tormenta es el árbol roto por el grito de un rayo mal nacido, un parabrisas cansado, una melodía de acordeón bajo un arco de piedra antigua, un apagón y una vela que nace; una tormenta es una habitación ahora, en soledad, con el cuerpo desnudo y la piel descalza por el sueño bajo una sábana dormida, en la noche pasada, en el despertar soleado tras una tormenta; una tormenta de verano...

12 julio 2008

A la salida del colegio




Recuerdo, cuando era niño,
como oscurecía en el parque sudando
y con la respiración bien arriba
a toda prisa entre los árboles,
los columpios, los bancos
y los ancianos con bastones
y ropa vieja.


Yo corría
y todos corríamos
sin saber,
sin pensar
de qué carrera se trataba


pero ahí estábamos
escupiéndole al tiempo
con la cara sucia
y las rodillas amoratadas.


Una vez fui niño
de verdad que lo fui en el parque
el gran parque vallado

y en los tejados salté
y a las ramas subí
de pronto una tarde
de verano caluroso.


Era la época de las naranjas,
los balones y las campanas
de tela negra inverbe

con la cara rasgada
y el corazón a mil,
sin relojes sin bandera,
chucherías de colores
y gritos enemigos

en el parque:


¡GAMBERROS, GAMBERROS!
¡COMO OS PILLE OS VAIS A ENTERAR!


era el país de la imaginación desbocada
y los gatos abandonados,
del llanto fingido
un esto no me gusta
un esto no lo quiero




en la niñez pasada
fui un chaval evidente,
en el verde
y el azul del cielo,
también en el asfalto
del camino conocido


y en la casa de chocolate
donde se derretían los problemas
por el tiempo detenido
y la risa descarada


un juego de críos sin cabeza
con la falda a cuadros volteada
por el viento de una paloma aleteando


y otro grito desgarrado:


¡GAMBERROS, GAMBERROS!
¡COMO OS PILLE OS VAIS A ENTERAR!


Es cierto lo que fui un día
y otro y varios más
con un tirante en un pie
y el otro desnudo

en un sueño
por ser mayor
ahora
en el parque
sudando
y con la piel de arruga.


10 julio 2008

La nada

La nada. Un vacío casi absoluto. La metafísica al cuadrado. El punto máximo de las afirmaciones radicales. Nada hay, nada existe. Nada es. Nada pues. Suma desolación y, también, una indudable dosis de alivio.

02 julio 2008

La construcción del personaje

"La energía, avivada por la emoción, cargada por la voluntad, dirigida por el intelecto, se mueve orgullosa y confiada, como un embajador que tiene una misión importante. Se manifiesta a través de la acción consciente, animada por los sentimientos, el contenido y la finalidad, y no puede realizarse de forma mecánica y fortuita, sino que se desarrolla de acuerdo con sus impulsos espirituales." (Constantin Stanislavski.)