12 julio 2008

A la salida del colegio




Recuerdo, cuando era niño,
como oscurecía en el parque sudando
y con la respiración bien arriba
a toda prisa entre los árboles,
los columpios, los bancos
y los ancianos con bastones
y ropa vieja.


Yo corría
y todos corríamos
sin saber,
sin pensar
de qué carrera se trataba


pero ahí estábamos
escupiéndole al tiempo
con la cara sucia
y las rodillas amoratadas.


Una vez fui niño
de verdad que lo fui en el parque
el gran parque vallado

y en los tejados salté
y a las ramas subí
de pronto una tarde
de verano caluroso.


Era la época de las naranjas,
los balones y las campanas
de tela negra inverbe

con la cara rasgada
y el corazón a mil,
sin relojes sin bandera,
chucherías de colores
y gritos enemigos

en el parque:


¡GAMBERROS, GAMBERROS!
¡COMO OS PILLE OS VAIS A ENTERAR!


era el país de la imaginación desbocada
y los gatos abandonados,
del llanto fingido
un esto no me gusta
un esto no lo quiero




en la niñez pasada
fui un chaval evidente,
en el verde
y el azul del cielo,
también en el asfalto
del camino conocido


y en la casa de chocolate
donde se derretían los problemas
por el tiempo detenido
y la risa descarada


un juego de críos sin cabeza
con la falda a cuadros volteada
por el viento de una paloma aleteando


y otro grito desgarrado:


¡GAMBERROS, GAMBERROS!
¡COMO OS PILLE OS VAIS A ENTERAR!


Es cierto lo que fui un día
y otro y varios más
con un tirante en un pie
y el otro desnudo

en un sueño
por ser mayor
ahora
en el parque
sudando
y con la piel de arruga.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Los detalles, me gustan los detalles que traen recuerdos...

Toño.