04 diciembre 2009

Después de todo,
que complicado es el amor breve.

En el día o en la noche,
allá donde los sueños despiertos habitan
en un suspiro eterno y
ahogado.

La esperanza aguarda ahora con ansia
la llegada de un nuevo beso que se funde,
se funde,
se derrite como el hielo en la duna,
tu piel de duna,
en un vuelo al viento.

Después de todo
qué lindo fue amarte de cerca,
con tu piel en mi piel,
con los ojos clavados en lo negro,
tan hondo, tan profundo que
hiere el alma, pero con gusto.

Qué fácil fue tenerte en un instante
sobre mi mano,
dormida,
como por una inercia misteriosa,
furiosa como la ola que rompe
en la piedra.

Qué fácil fue tenerte,
mas qué dificil perderte después
de todo,
perderte,
después de todo...